José Gilberto Donjuan Segura, un joven de 22 años originario de Villa de Reyes, es el reflejo de una realidad compartida por muchos mexicanos: la migración a Estados Unidos en busca de una vida mejor. Desde hace dos años, vive y trabaja en Texas como ayudante de cocina, donde ha logrado obtener estabilidad económica y sustentar a su familia, algo que considera prácticamente imposible en México.

A sus 20 años, José Gilberto dejó su hogar para cruzar la frontera con una visa de trabajo en mano, decisión que cambió el rumbo de su vida. Actualmente, gana 150 dólares diarios, un sueldo que contrasta de manera drástica con los bajos salarios que ofrecen las industrias en San Luis Potosí, donde muchos trabajadores apenas logran mantener a sus familias.

“No tengo miedo a la deportación”, comenta con confianza. A diferencia de muchos allegados que enfrentan la incertidumbre de vivir en situación irregular, José Gilberto cuenta con permisos y documentos en regla, lo que le permite trabajar sin preocupaciones en el país.

La historia de José Gilberto es solo una de las muchas que reflejan el fenómeno migratorio en Villa de Reyes, una comunidad donde cientos de personas optan por dejar atrás sus raíces con la esperanza de enviar dinero a sus familias. Las oportunidades laborales en la región, así como en el estado, son insuficientes para garantizar una vida digna.

Te puede gustar

Información importante

+ There are no comments

Add yours