La campaña nacional Sin Maíz no hay País celebró que se haya dado marcha atrás a la aprobación de la reforma constitucional al artículo 4 presentada por la presidenta Claudia Sheinbaum, la cual limitaba la protección a evitar la siembra de maíz transgénico, pero dejaba la puerta abierta a otras formas de maíces genéticamente modificados.
Mercedes López Martínez, representante común de la demanda colectiva Maíz, consideró que esta redacción de la iniciativa presidencial, elaborada desde la Secretaría de Agricultura y Desarrollo Rural y que circunscribía la prohibición sólo a transgénicos, no derivó de un “error” o de algo fortuito, sino que hubo “mano negra” de funcionarios del gobierno cercanos a las transnacionales.
“No fue fortuito”, señaló, “yo pensaría que hubo ahí como mano negra. Sabemos que el secretario de Agricultura (Julio Berdegué Sacristán) históricamente está ligado a varias de estas empresas, él fue parte de ICA y de estos grupos corporativos que apoyan esta agricultura industrial que no acabó con el hambre, que al contrario contaminó y causó pobreza”.
El 26 de enero, la campaña Sin Maíz no hay País firmó una carta dirigida a la presidenta Sheinbaum, en la cual calificaba a la iniciativa de “insuficiente” y de ser un “grave retroceso” pues, aunque aparentaba proteger al maíz como “elemento de identidad nacional”, en realidad ponía en peligro la biodiversidad, la cultura y la soberanía alimentaria del país.
López Martínez recordó que en ese escrito los defensores de los maíces nativos pidieron que la reforma estableciera textualmente la prohibición de siembra de maíz genéticamente modificado, lo cual incluye no sólo la transgénesis, sino otras diversas tecnologías como lo sería la edición genética y no dar pauta a empresas como Monsanto, Bayer y Syngenta.
Además, agregó, propusieron que en vez de referir al maíz como “símbolo de identidad nacional”, se hablara de “biodiversidad cultural” que es un término más amplio, y se estableciera la prohibición de utilizar los maíces genéticamente modificados para la alimentación de la población mexicana al representar un peligro para la salud.
La académica refirió que después de este pronunciamiento los integrantes de esta campaña fueron convocados a una reunión con los titulares de las secretarías del Medio Ambiente, de Agricultura y de Ciencias y Tecnología donde expusieron sus planteamientos que de antemano fueron aceptados para incorporarse en la iniciativa presidencial.
Este lunes, Ricardo Monreal, líder parlamentario de Morena en la Cámara de Diputados, sostuvo que la reforma constitucional no se aprobará hasta escuchar a todas las voces de especialistas, funcionarios, productores y campesinos.
Aunque la campaña Sin Maíz no hay País había solicitado parlamento abierto para debatir sobre la iniciativa, el legislativo inició desde esta semana una serie de comparecencias o reuniones para escuchar diversos planteamientos sobre la reforma.
Con información de: Proceso
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