La historia de Rosalba Jaime, mejor conocida como “Rosy”, es un testimonio de resiliencia y determinación.
Enfrentando un tratamiento contra el cáncer, ha encontrado en la venta de arreglos de chocolates y joyería una manera de financiar sus costosos tratamientos y traslados al Hospital Central de San Luis Potosí. Su actitud positiva y su creatividad la han convertido en un ejemplo de lucha y emprendimiento.
Desde hace más de 20 años, Rosy se ha dedicado a la venta de alimentos y productos de temporada. Anteriormente preparaba gorditas, pero debido a su condición de salud, tuvo que alejarse de la lumbre y buscar nuevas alternativas. Ahora, elabora adornos a mano y comercializa joyería. Sus productos han tenido gran aceptación, especialmente en fechas especiales, logrando incrementar sus ventas.
El día a día de Rosy no es sencillo, ya que se encuentra en un proceso de 33 días de radiaciones, con traslados constantes desde Santa María del Río a la capital potosina. Los gastos hospitalarios y de transporte son elevados, por lo que además de sus ventas, ha organizado rifas para obtener apoyo económico.
A pesar de las dificultades, Rosy no está sola. Cuenta con el respaldo de sus dos hijos, de 24 y 18 años, quienes trabajan y la apoyan en todo lo posible. Divorciada después de 17 años de matrimonio, ha sabido salir adelante con determinación y esfuerzo. Antes de su diagnóstico, también se desempeñaba como instructora de zumba y cocinera, pero la enfermedad la obligó a cambiar su ritmo de vida.
El tiempo que dedica a sus creaciones varía: algunos arreglos los realiza en una tarde, otros le toman de una a dos horas. Su capacidad para adaptarse y aprovechar su creatividad ha sido clave para mantener su sustento y afrontar su enfermedad con esperanza y valentía.
Rosy es un claro ejemplo de que, a pesar de las adversidades, la actitud y el ingenio pueden transformar las dificultades en oportunidades.
+ There are no comments
Add yours