En un emotivo evento que reunió a cientos de fieles y devotos, las reliquias de San Judas Tadeo arribaron a Santa María del Río, llenando de fervor y esperanza a la comunidad. La celebración incluyó una multitudinaria peregrinación que partió desde la entrada principal del municipio y culminó en la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción.
El recorrido estuvo acompañado por grupos de danzantes, monaguillos, bandas de guerra y músicos, quienes, con cánticos y alabanzas, enaltecieron la llegada del “Apóstol de los Imposibles”. La procesión, caracterizada por un ambiente de profunda devoción, atrajo a personas de todas las edades, muchas de ellas con historias de fe y agradecimiento hacia el santo.
A su llegada a la iglesia, las reliquias fueron recibidas con gran solemnidad y fervor. El padre Efraín, en un emotivo discurso, resaltó la trascendencia de San Judas Tadeo en la vida de los creyentes, destacando su papel como intercesor en momentos de dificultad. “Es un símbolo de esperanza y milagros, su presencia nos fortalece y nos recuerda la importancia de la fe”, expresó el sacerdote.
Entre los asistentes, se pudieron recoger testimonios de profunda devoción. Algunos feligreses compartieron experiencias personales de fe y gratitud hacia San Judas Tadeo, relatando cómo sus plegarias han sido escuchadas y sus vidas transformadas por su intercesión.
Este evento reafirma la devoción de la comunidad hacia una de las figuras más veneradas del catolicismo y refuerza la tradición religiosa en Santa María del Río, donde la fe sigue siendo un pilar fundamental de la vida cotidiana.
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